¿Que me queda?

A veces, algunas personas no se dan cuenta de otras, no se dan cuenta de que hay gente que no tiene tanta suerte como ellos o simplemente no tienen nada de suerte... Algunos todo y otros nada.
 Principalmente en el amor, muchas personas tienen facilidad de conocer a personas que merezca la pena conocerlas o facilidad para ligar, pero en cambio para mi y otras personas no es así. No me quedan ilusiones, esperanzas, ni ganas de esperar a conocer a un nuevo amor, simplemente ¿para que? ¿Para volverme a enamorar, comportándome como una tonta y que no se de ni cuenta de la ayuda que le doy? No señor, no voy a volver a pasar eso, ni quiero, ni me lo merezco y no podría soportarlo, otra vez no. No podría pasar noches llorando en silencio, amando en secreto y sufriendo en silencio, simplemente, me niego a ello. 
Es que...¿Porqué no puede llegar alguien sin avisar, de imprevisto? Además, me cansé, si, me cansé de que los chicos vayan a por las facilonas y cuando quieran a alguien realmente, que no quiera jugar con ella o sólo estar una noche, no puedan estar con ella porque piensan que es un chico que no quiere mantener una relación formal, cuando en realidad si.                                            

¿Porqué no se fija nadie en nosotras, las normales, las que algunos piensan que eres rara...o solamente piensan que eres un patito feo? Yo te diré porque, es porque no quieren pararse aunque sea 5 minutos para hablar contigo, para conocerte un poco...no...sólo se fijan en el físico y quieren pasar a la acción. Pues lo siento, pero yo no soy así. Por eso, en el amor, por ahora me rindo, no voy a mirar con otros ojos a un chico, mi mirada, se podría definir como una mirada triste, misteriosa pero sobre todo fría. Porque sí, así me siento y veo a mi corazón, como una piedra, dura sin que se logre romper y que parezca que no tengo sentimientos, cuando en realidad, bien guardado en mi interior, sienta que algun día, vuelva aparecer la llama del amor. Pero, hasta que eso ocurra.                            
                                                                                                                                                       ¿Qué me queda?  Simplemente, nada.