Siempre hay una canción que nos alegra el alma, que hace que bailemos por inercia, aunque no tengamos ganas. En cambio, hay otras que llegan a lo más profundo de nosotros, canciones tristes, sinceras, que describen exactamente como nos sentimos realmente.
Pero, no son las únicas que existen, también hay otras que tu mismo te defines en ellas, que piensas que están escritas solamente para ti. Parece una tontería, pero es verdad hay canciones que yo misma las siento así.
Podría decir tantas estrofas y explicar el motivo por el cuál me siento identificada en esa canción, que dudo que acabase alguna vez de escribir todas.
Por eso, a veces, es más importante la letra que la melodía.
Cuando estamos tristes nos sumergimos en un mar lleno de lágrimas, de letras tristes… Solamente escuchamos baladas o melodías tristes, a diferencia que, cuando estamos felices, radiantes de felicidad, ponemos canciones para bailar o que tienen letras divertidas o simplemente graciosas.
Como cambia las canciones por el estado de ánimo de cada persona ¿eh? Es algo, que no le encuentro una respuesta exacta…Hay tanta gente que opina diferente de mi, pero que su respuesta es igual de cierta que la mía, aunque sea diferente.
Lo único que me queda por decir, es que, sin música la vida, las situaciones o los momentos que vivimos serían tan diferentes.
Sin música la vida sería de otra manera, sencillamente: “Sin música, la vida sería un error”.
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