Los olores, los sonidos, no son iguales para todas las personas, para cada persona es un mundo porque no tenemos los mismos recuerdos o hemos vivido los mimos momentos que a veces los olores o los sonidos hace que nos acordemos de ellos.
No todos tenemos los mismos problemas, porque a veces hacemos una montaña en un granito de arena.
Y yo sigo buscando la solución a mis problemas, sigo buscando mi sitio, mi lugar.
Sigo buscando lo que me falta, camino por las calles, busco por los parques, por otros lugares para encontrar lo que quiero, pero no lo encuentro, no logro verlo. No hay pistas ni señales, no hay ayuda, he tenido mil y una oportunidades y no he aprovechado ninguna.
Ninguna me parecía suficiente, la adecuada, la perfecta y ahora me doy cuenta que la perfección no existe, que no es real, me doy cuenta que los sueños, sueños son y que no van a llegar así de la nada.
Que hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida para lograr aquéllo que quieres desde siempre y que depende de ti alcanzar la felicidad o aquello que te hace feliz para sonreír.
¿Te rindes? ¿Enserio? No me lo esperaba de ti, pensaba que eras una persona luchadora que aunque sufre continua, que si cae se vuelve a levantar...
Lucha hasta el final para conseguir aquello que realmente quieres, sé que lo lograrás, puede tardar más de la cuenta... ¿Y que? Si al final lo consigues es lo que importa.
¿Crees que los deportistas dejarían de luchar y esforzarse cada vez que perdiesen, después de cada derrota? ¡No! Pues contigo ocurre lo mismo.
La gente se rinde, la gente no lucha por sus sueños, por sus metas, que importa lo que opinen los demás, lo más importante es lo que quieres tu.
La gente no se da cuenta de las cosas, pero hay que recordar que sólo hay una oportunidad en la vida, no dejes escapar-la.
Lo más importante es llegar a la meta, a tu propia meta, no a la que los demás quieran llegar. Lucha por aquello que quieres, la vida es una serie de pruebas que hay que ir superando día a día.
Lucha por aquéllo que te hace feliz.
