Ya ves, ha pasado el
tiempo y está todo al revés, la tristeza se convirtió en alegría y a la
inversa. Ya ves, mi vida no es la misma desde que te fuiste pero ¿Sabes? Poco a
poco voy sonriendo, voy volviendo a ser feliz, voy recordándote menos, lloro
menos por ti.
Aún recuerdo los momentos vividos, las promesas de “para siempre”
que se han incumplido, se han roto y han quedado en el olvido, en un vacío
donde no pienso regresar.
He llorado en silencio, he sufrido sola, pero eso
¿Qué más da? ¿Qué importa? Cuando más te he necesitado, te has marchado de mi
lado, dejándome sola y rota, sin importarte nada.
Entiendo que ya no me
quieras, que ya encontraste a otra, entiendo que es posible que hayas
encontrado a una persona que te haga más feliz o no, que sólo cumpla tus
caprichos de niño pequeño.
Los “te quiero” no eran ciertos, no me los decías
solo a mí, tenías a más personas que se morían por ti, que vivían de ilusiones
gracias a ti. Mis “te quiero” eran ciertos, eran dichos desde el corazón.
Ahora
ya es tarde, no me interesa que vuelvas, no aparezcas en mi vida nunca más, si
quieres una amistad se intenta, pero no quiero nada más. Si, será complicado
que seamos amigos sin recordar lo vivido, pero no te quiero de otra manera
“amigo” mío. Sólo te deseo que seas feliz pero que a mí me dejes vivir y que un
día cuando yo quiera a otro y sea feliz,
recuerdes lo que perdiste, lo que dejaste ir y lo que nunca podrás volver a tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario